En la década de 1930, la tienda de Dunhill en Duke Street era conocida como un bazar de objetos verdaderamente extraordinarios e innovadores, y el lugar predilecto para regalar al caballero más exigente. Este legado histórico de artesanía se enriquece ahora con el emporio de regalos Dunhill, que presenta reliquias extraordinarias y curiosidades significativas para deleitar incluso a los más polifacéticos.