Procedencia británica

En dunhill, la procedencia es más que un origen, es cuestión de identidad. En las islas británicas, desde las fronteras escocesas hasta Somerset, trabajamos con fábricas regionales y talleres especializados cuyo patrimonio se mide en generaciones.

Aquí, las fibras sin procesar se encuentran con las aguas blandas de las Tierras Altas de Escocia. Por ejemplo, nuestra historia con la cachemira comienza a unos 6500 kilómetros de islas británicas, en las altas mesetas de Mongolia Interior y China, donde la preciada cabra capra hircus produce fibras de una suavidad y una durabilidad poco comunes.

En Escocia, telares Bentley Cotton de más de 70 años se acompañan de modernas devanadoras italianas. El tejido se lava, se tiñe y se hila en un ritual de precisión y paciencia, procesos que se van perfeccionando a lo largo de las décadas hasta ofrecer hilos de una suavidad y una resiliencia fuera de lo común. Dentro de estas fábricas, perdura el sigiloso arte de la fabricación británica, que da forma a los cimientos tanto de nuestras prendas de punto como de nuestra sastrería.

Artesanía y comunidad

Cada prenda dunhill nace de la colaboración: una comunidad de fabricantes unidos por valores comunes de destreza, cuidado y continuidad. En las fronteras escocesas, los especialistas del punto unen y rematan a mano cada prenda con un nivel de precisión imposible de replicar a máquina. En el norte y el suroeste de Inglaterra, los sastres tradicionales trabajan las telas en prensas de planchado al vapor Hoffman. Hilanderos y tejedores defienden los códigos de la artesanía tradicional al mismo tiempo que abren la puerta a la innovación moderna.

Juntos, forman un ecosistema de excelencia, una cadena viva de conocimientos que conecta talleres, ciudades y familias de todo el Reino Unido. En cada fábrica, el control de calidad en diferentes etapas garantiza la integridad de cada rollo de tela. En una tejeduría, una tela debe pasar por tres etapas de verificación independientes antes de salir de las instalaciones. Se trata de un estándar que da muestra de nuestro orgullo. Muchos de nuestros colaboradores trabajan en escuelas de formación internas, creando un vínculo entre centros de formación locales y un conocimiento intergeneracional. De este modo, las prendas dunhill se convierten en parte de una cultura artesanal viva, que es posible gracias a la comunidad.

La diferencia dunhill

Lo que distingue a una prenda dunhill reside en el equilibrio entre innovación e integridad. Nuestros tejidos se fabrican exclusivamente para la Casa. Cachemira de doble cara resistente a la formación de bolitas, lana merina superfina que mantiene su forma y su tacto, y mezclas de seda diseñadas para brindar estructura, caída y confort duradero. Cada elemento se prueba, se perfecciona y se verifica a mano siguiendo exigentes estándares de calidad.

Sutiles detalles distinguidos, como la línea de un hombro, la caída de una solapa o el acabado de una costura, se convierten en expresiones de carácter y durabilidad.Cada componente, desde los botones de cuerno hasta los forros de algodón, se elige por su sofisticación y solidez. El resultado es una prenda hecha para durar toda la vida, no solo una temporada. Prendas que llevan consigo la historia de donde se fabricaron y de quienes las crearon.