La chispa del legado: la historia de los encendedores dunhill

«Debe ser útil. 

Debe funcionar de forma fiable. 

Debe ser bonito. 

Debe durar. 

Debe ser el mejor de su especie». 

— Alfred Dunhill 

 

Campeón de la practicidad (1914-1926) 

 

La historia de los encendedores dunhill comienza en 1914, cuando la Casa presentó su primer modelo, el Ednite, creado específicamente para los militares de la Primera Guerra Mundial. Esta primera innovación estableció un legado de artesanía combinado con el lujo práctico. 

En 1919, los ingenieros ingleses Wise y Greenwood desempeñaron un papel clave en los inicios de Alfred Dunhill en el negocio de los encendedores con su invención del mecanismo de rueda horizontal con brazo de elevación. 

Al parecer, a Greenwood, un genio de la mecánica, se le ocurrió la idea mientras jugueteaba en la mesa de su cocina con una lata de mostaza Colman’s, lo que le permitió imaginar un tubo para la piedra en posición horizontal. 

Wise, el financiero con talento empresarial, contribuyó a poner el diseño en el mercado. Su colaboración llevó al lanzamiento del encendedor "Unique" por parte de dunhill en 1926: el primer encendedor diseñado para ser manejado con una sola mano. Esta innovación hace que dunhill destaque y se labre una reputación en el ámbito de la artesanía y el lujo a lo largo de los años veinte. 

Distinguidos patrocinadores e iconos culturales (años treinta y cuarenta)

En la década de 1930, el Unique se convirtió en un elemento habitual entre figuras destacadas. Así, es bien sabido que, en 1936, Pablo Picasso regaló un encendedor Tallboy grabado con el retrato de su amante Dora Maar. 

El encuentro entre combustible y diseño: el Aquarium (1950)

En 1950, la Casa apostó por el arte además de la ingeniería. El encendedor de mesa Aquarium, diseñado por el artesano británico Ben Shillingford, había sido tallado a mano y decorado con pintura inversa sobre paneles de acrílico para representar vívidas escenas acuáticas y de la naturaleza.

 

Durante los años de guerra, era frecuente ver a Winston Churchill con accesorios de dunhill, guardando sus puros en estuches de la Casa o utilizando sus encendedores durante las incursiones aéreas londinenses. Aquellos momentos consolidaron el lugar de la marca en la historia, tanto personal como cultural. 

Cada pieza era única. Sus superficies luminosas y refractivas evocaban la calma del agua, transformando un objeto funcional en una obra de arte íntima. Churchill poseía varios de estos encendedores, lo que no hizo sino enfatizar el lugar que ocupaban en el universo de los coleccionistas y conocedores.

Concebido por primera vez entre 1950 y 1959, el encendedor Aquarium original sigue siendo una de las expresiones artísticas más distintivas de dunhill. Nunca había dos Aquarium iguales. Cada panel se tallaba y se decoraba con pintura inversa en el interior mediante la técnica de la talla dulce, y solía representar temas acuáticos o de jardín. El nombre procede de la profundidad sutil y el movimiento creado cuando la luz atraviesa el acrílico tallado.

El Aquarium regresó con motivo del 130 aniversario de la Casa, reeditado en tiradas estrictamente limitadas. Cada pieza, desde el Green Fish al Sunset Birds, se tallaba y pintaba a mano en Inglaterra, reviviendo la destreza artística que hizo del original un icono. 


En la actualidad, la serie English Garden del Aquarium continúa este legado con las ediciones Dawn Moth, Grasshopper y Dragonfly, en la que cada una cuenta un relato a través de paneles de acrílico y luz. 

Iconos de la ingeniería: el Rollagas (1956)

En 1956, dunhill presentó lo que se convertiría en una de sus innovaciones más duraderas: el encendedor Rollagas. 


Desarrollado con el ingeniero suizo Conrad Zellweger de La Nationale SA, el Rollagas presentaba una bisagra oculta (presentada en 1971), llama ajustable y un sistema de válvula de precisión construido a partir de más de 80 componentes. El Rollagas combinaba el desempeño con un diseño elegante. Rápidamente se convirtió en el encendedor predilecto de la élite mundial. 

La Rollagas representó una nueva era en la ingeniería de encendedores. Un sistema regulado de suministro de butano aseguraba una llama constante en diferentes climas y altitudes. La rueda giratoria finamente moleteada permitía un encendido suave y seguro, mientras que el cuerpo sin costuras, a menudo de laca o latón guilloché, combinaba durabilidad con refinamiento. Cada elemento servía tanto a un propósito táctil como visual.

En 1959, el Rollagas se lanzó en Japón y la aclamación fue inmediata. Pronto pasaría a ser un accesorio habitual entre figuras culturales, como Ian Fleming o Elvis Presley, que poseía una edición de oro de 14 quilates. 

Sus apariciones cinematográficas en Agente 007 contra el Dr. No (1962) y El hombre de la pistola de oro (1974) consolidaron su estatus cultural: una pieza de artesanía entrelazada en la mitología moderna. 

Refinement & Evolution (1960s–1990s)

En 1985, el encendedor Unique fue reinterpretado para la era moderna. La ignición de dos ruedas, los acabados estriados y el refinamiento del gas sublimaban su funcionamiento sin perder de vista la intención original de ofrecer un objeto de diseño. Se convirtió en un objeto tanto funcional como coleccionable, reconocido por su propósito bien definido. 

Expresiones contemporáneas: Turbo

El encendedor Turbo, inspirado en el modelo Unique Sports de 1927, aportó una sensibilidad contemporánea. Con su llama tipo soplete resistente al viento, su ignición piezoeléctrica y sus acabados lacados de temporada, marcó el inicio de una ingeniería dunhill clásica con una precisión técnica moderna. 

Compendium

El nuevo encendedor Compendium Turbo, que recupera un diseño de archivo con un toque contemporáneo, es una expresión refinada de una elegancia funcional muy dunhill, con la practicidad calculada de una función secundaria, ya que está disponible con un cortapuros con motivo de junco extraíble o con un cenicero incorporado. 

Inspirado en una pieza de archivo de mediados de siglo, el Compendium fusiona funcionalidad y elegancia, ofreciendo una sensación agradable y contundente en la mano. 

El ritual de uso

Cada mechero dunhill está diseñado para funcionar con una sola mano, en consonancia con la visión original del lujo práctico de Alfred Dunhill. El Rollagas requiere tres pasos sin esfuerzo: levantar la tapa, girar el rodillo y encender con un chasquido nítido. El Unique funciona con la misma elegancia: basta con levantar la tapa y girar la rueda de pedernal para una ignición perfecta. El Turbo, diseñado para adaptarse a las necesidades contemporáneas, cuenta con un mecanismo de bloqueo y tapa, así como con una palanca de ignición con altura de llama ajustable. Cada modelo ofrece un control preciso, con una anilla en D o una válvula ranurada que generalmente calibra la llama en los 25 mm ideales: sutil, elegante y eficiente. 

Reliquias y cuidados

Los encendedores dunhill están diseñados para durar, y nuestro servicio de mantenimiento se asegura de que así sea. Cada servicio incluye prueba de estanqueidad, desmontaje completo, sustitución de componentes, limpieza ultrasónica, reensamblado de precisión, calibración de la llama, pulido y embalaje de presentación, garantizando que el encendedor esté listo para prender el próximo destello de la historia. 

Para mantener un rendimiento y un carácter óptimos, se recomienda utilizar únicamente piedras y recargas de gas dunhill: rojo para Rollagas y azul para Unique. Los acabados lacados deben tratarse con delicadeza. El desgaste ligero de la superficie suele realzar la pátina única de la pieza. Un paño suave de gamuza contribuye a conservar el brillo, mientras que un cepillo de nailon permite eliminar cualquier acumulación de carbono. La recarga debe realizarse con el encendedor invertido, lo que permite que el gas se asiente correctamente. Un mantenimiento regular garantiza que cada encendedor funcione de forma impecable y perdure durante generaciones.