Los encendedores dunhill están diseñados para durar, y nuestro servicio de mantenimiento se asegura de que así sea. Cada servicio incluye prueba de estanqueidad, desmontaje completo, sustitución de componentes, limpieza ultrasónica, reensamblado de precisión, calibración de la llama, pulido y embalaje de presentación, garantizando que el encendedor esté listo para prender el próximo destello de la historia.
Para mantener un rendimiento y un carácter óptimos, se recomienda utilizar únicamente piedras y recargas de gas dunhill: rojo para Rollagas y azul para Unique. Los acabados lacados deben tratarse con delicadeza. El desgaste ligero de la superficie suele realzar la pátina única de la pieza. Un paño suave de gamuza contribuye a conservar el brillo, mientras que un cepillo de nailon permite eliminar cualquier acumulación de carbono. La recarga debe realizarse con el encendedor invertido, lo que permite que el gas se asiente correctamente. Un mantenimiento regular garantiza que cada encendedor funcione de forma impecable y perdure durante generaciones.